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Una de las consultas más frecuentes en el despacho del oftalmólogo es el lagrimeo, en general se piensa que está relacionado con trastornos de la vía lagrimal, pero es necesario establecer la diferencia clara entre lagrimeo y epifora.

 

El LAGRIMEO como síntoma, tiene múltiples causas entre ellas trastornos de la vía lagrimal, superficie ocular, ojo seco, blefaritis, mal posición palpebral, hiperlaxitud palpebral y  cuerpo extraño entre otros.

 

El término EPIFORA se refiere única y exclusivamente a el lagrimeo ocasionado por la obstrucción aguda /crónica de la vía lagrimal .

 

Por ello cuando aparece el lagrimeo es necesario una valoración cuidadosa tanto de los párpados, superficie ocular y de la vía lagrimal.

 

Las anomalías del sistema lagrimal, dependen de la parte anatómica de la vía lagrimal que se encuentre comprometida , asi:

 

Trastornos de la vía lagrimal superior :

  • Ausencia del punto lagrimal.
  • Estenosis del punto lagimal.
  • Mal posición del punto lagrimal ( Eversión del punto lagrimal ).
  • Canaliculitis cuya causa más frecuente es infecciosa.
  • Obstrucción a nivel del canalículo por trauma , uso de medicamentos o enfermedades sistémicas.

 

El tratamiento de la estenosis del punto lagrimal consiste en la apertura quirúrgica del punto o también en casos seleccionado la colocación de un tapón lagrimal perforado, procedimientos que se hacen con anestesia local y que no requieren hospitalización .

En cuanto  al lagrimeo ocasionado por mal posición del punto lagrimal es necesario valorar la presencia de otras patologías como entropión, ectropión, triquiasis y distriquiasis entre otros.

 

El tratamiento de la canaliculitis es quirúrgico y consiste en la marsupialización del canalículo lagrimal y el drenaje de su contenido , además de la irrigación con antibiótico tópico. Es un procedimiento que se hace con anestesia local y no requiere hospitalización .

 

Transtornos de la vía lagrimal inferior :

Ocurre por la obstrucción de la vía lagrimal baja, es más frecuente en el adulto y se manifiesta por síntomas como: dolor, enrojecimiento y calor en el ángulo interno del ojo , en la “zona lagrimal” a causa de la distensión del saco lagrimal, haciendo necesario en un primer momento el tratamiento con antibióticos y antinflamatorios, para la resolución del cuadro agudo, como medida transitoria, ya que el tratamiento definitivo de esta enfermedad es quirúrgico.

TRATAMIENTO

Se realiza mediante DACRIOCISTORRINOSTOMÍA, es la cirugía que permite resolver la obstrucción y recuperar el drenaje normal de la lagrima.

Existen 3 técnicas mediante las cuales se puede realizar ésta cirugía:

La DACRIOCISTORRINOMIA EXTERNA, es la cirugía tradicional por excelencia, tiene altas tasas de éxito cercanas al 90-95 %, pero con la desventaja que se realiza via externa y deja una pequeña cicatriz en la “zona del lagrimal”.
Existe también la DACRIOCISTORRINOSTOMIA ENDONASAL , como su nombre lo indica se realiza a través de la nariz, evitando así la necesidad de incisión externa y la aparición de cicatrices indeseables, tiene una tasa de éxito cercana a la cirugía tradicional , 90% aproximadamente.
Por último la DACRIOCISTORRINOSTOMIA con LASER , comparte la misma característica de ausencia de cicatriz externa como la DCR endonasal, aunque las tasas de éxito son menores , cercanas al 60-70%.

Tanto la cirugía endonasal como la cirugía con laser se realizan con anestesia local y sedación, son ambulatorias y de rápida recuperación, evitando así la necesidad de hospitalización del paciente y aminorando las molestias postoperatorias.

En la tres técnicas debe dejarse un tubo de silicona en la vía lagrimal durante los 3 meses postoperatorios, para mantener la vía lagrimal permeable durante el proceso de cicatrización, no suele generar molestias para el paciente y se retira en la consulta de forma sencilla y rápida.